¿Qué es la diálisis?
A medida que evoluciona la Insuficiencia Renal Crónica, se va minando la capacidade de funcionamiento de nuestros riñones, así como los aclaramientos de creatinina y Kt/V (porcentajes de eliminación de creatinina y urea respectivamente en sangre), entrando en una situación de “Control Prediálisis”, donde se intensificarán las analíticas y los controles por parte del nefrólogo.
Finalmente, en un plazo más o menos largo, que depende de cada paciente, llega un momento en que los riñones son casi incapaces de realizar ninguna de sus funciones; es en este momento en el que se le añade el calificativo de Terminal.
Se ha demostrado que la progresión de la Insuficiencia Renal a su estado Terminal, se ve influida por gran número de factores y su tratamiento adecuado, ya sea mediante la alimentación, el ejercicio físico, así como una medicación adecuada, pueden hacer que la evolución sea más lenta.
Teóricamente, una persona puede desarrollar una actividad “normal” aunque sólo disponga de un riñón funcionando entre un 25 y un 20% de su capacidad. A partir de niveles inferiores, aunque en algunos casos la aparición de síntomas sea escasa, se requiere de un mayor control y seguimiento por parte del nefrólogo, pues en breve el paciente precisará de un tratamiento especial que sustituya parte de las funciones que deberían desarrollar sus riñones para poder sobrevivir; es lo que se llama Terapeútica Sustitutiva.
La terapéutica sustitutiva, permite no sólo la supervivencia del paciente, sino también una calidad de vida aceptable que le permite una buena integración social. Los dos tratamientos fundamentales en la terapéutica sustitutiva de la Insuficiencia Renal Crónica (IRC) son:
La diálisis.
El trasplante.
La diálisis, es el término médico utilizado para definir el proceso artificial de filtración de los productos de desecho y la eliminación del exceso de líquidos del organismo, en el momento en que los riñones no pueden realizarlo normalmente.
En este proceso, se pretende conseguir que a través de una membrana semipermeable, tanto las toxinas de la sangre como el exceso de líquido que no se puede desechar por la orina, pasen a incorporarse a un “líquido de diálisis” que permita la eliminación de los mismos. Así pues, a parte de limpiar la sangre de productos tóxicos (urea, creatinina, ácido úrico, fósforo, exceso de potasio, sodio, etc.) se puede también eliminar el sobrepeso producido por la retención de líquidos.
La diálisis es una técnica basada en un principio físico-químico denominado ósmosis. Éste consiste en un intercambio de sustancias, a través de una membrana. Dicho trasvase dependerá del grado de concentración de las sustancias y de las características de la membrana, fundamentalmente de su superficie y de su permeabilidad.
Un ejemplo clarificador es el siguiente:
Introducimos en un vaso una membrana semipermeable (que deja pasar sustancias pequeñas, negando el paso a otras de mayor tamaño.
En un lado añadimos agua con azúcar.
En el otro añadimos agua sola.
Si lo dejamos reposar cierto tiempo veremos como ambos lados tendrán agua azucarada en la misma proporción.
El azúcar ha pasado, por ósmosis, al otro lado porque había distinta densidad (concentración) en cada líquido y se han igualado. La diálisis está basada en este principio.
Los objetivos fundamentales de la diálisis son tres:
Alcanzar una reducción de sustancias tóxicas (urea).
Lograr la adquisición de sustancias necesarias (calcio, por ejemplo) para nuestro organismo.
Eliminar el líquido acumulado en exceso por falta de orina.
Si lo dejamos reposar cierto tiempo veremos como ambos lados tendrán agua azucarada en la misma proporción.
Tipos de diálisis
- La Hemodiálisis, que se caracteriza por la utilización de una membrana artificial.
- La Diálisis Peritoneal, basada en la utilización de una membrana natural (el propio peritoneo del paciente.